Pegadas Romanas.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La villa romana.


LA VILLA ROMANA.



La villa romana originalmente era una morada rural cuyas edificaciones formaban el centro de una propiedad agrícola en Roma Antigua. Constituyen uno de los ejemplos más notables de edificación romana.
Sus orígenes se remontan a las villas griegas del Siglo V a.C. Estas propiedades consintían en pequeñas haciendas dependientes de trabajo familiar o por el contrario en grandes propiedades, con trabajadores esclavos o siervos. En los siglos II y I a. C. se produce un crecimiento económico y la paulatina desaparición de los pequeños agricultores paralela a un significativo aumento de los latifundios. Esto repercute positivamente en las villae, cuya parte residencial es más sofisticada y elegante constituyéndose en magníficas domus. La mayoría de estas villas son abandonadas a finales del siglo II d. C. debido a un reestructuramiento de la producción motivado por la concentración de tierras y la competencia con la producción africana.
Había dos tipos de villas romanas:
La villa suburbanae (urbanas): Residencia de la aristocracia romana, con origen en el palacio helenístico. Se han hallado en la Campania y el Lacio. La mejor conservada es La villa de los misterios, en Pompeya.
Las villas imperiales: Son edificaciones donde residía el emperador, por lo que están bien protegidas y su grandiosidad decoración dan muestras del poder imperial. Empiezan a construirse con la llegada del nuevo régimen. Destaca la más antigua, Tiberio en Capri, construida en una isla.

En el territorio español se conocen más de 500 villas. En las que destacan: "La Vega o Villa aurea" (Salamanca), "El Ruedo" (Códoba), ''Cambre'' (A Coruña), ''Toralla'' (Vigo), y muchas más.








Andrea de Paz González 4ºA.